Biblioteca

**Jonás** Dom Dic 12, 2010 11:43 pm

En uno de los pisos de la Torre se abre paso una grandísima biblioteca donde encontrarás toda la información que necesites sobre cualquier tema. Piensa que tus Maestros han usado la misma Biblioteca, ampliándola con sus propios conocimientos. Úsala bien, no busques magia oscura entre los tomos, todos están bajo la custodia del Maestro

Invitado Dom Mar 13, 2011 12:49 am

Ya hacía mucho de su llegada a la Torre, pero había conocido a dos personas contadas desde el día de su llegada. Se notaba que aquello estaba más desierto que la Luna, y eso ya es decir (?) . Pero en todo ese tiempo, aún no había explorado todos los rincones y secretos que ocultaba aquel misterioso lugar. Había tantos que era imposible desvelarlos en unos meses. Seguramente, se necesitaría una vida entera para conocerse todos y cada uno de los recovecos de la Torre.

Se encaminó hacia la Biblioteca, uno de los lugares que más solía frecuentar. Allí había encontrado libros muy interesantes con hechizos con los que soñaba poder realizar en algún futuro. Aquella noche, cogió un tomo sobre la magia de su elemento, el fuego. Vale que aún estaba en el nivel Tierra, el más básico, pero quería aprender cosas nuevas *-* Así que sopló fuertemente sobre la cubierta libro, quitándole así la fina capa de polvo que lo cubría y se sentó en el suelo a leerlo, que era muy cómodo.

**Jonás** Dom Mar 13, 2011 12:53 am

Pasea por la Torre. Poca gente ha llegado desde el momento en el que se reabrió la Torre a los nuevos magos. Pero él los ha recogido a todos, y por tanto los conoce. Les vigilaba, les cuidaba, esperaba a tener la prueba de que sus poderes habían nacido en ellos, que se manifestaban. Ahora lo sigue haciendo, pero lo tiene más fácil. Puede controlar las cosas. Los lobos no se muestran salvajes en este tiempo, así que por ahora las cosas van bien. Dana estaría orgulloso de él.

Entra en la biblioteca. Le gustaría volver a ver a su Maestra, pero ahora es él el que tiene que cuidar a todos aquellos estudiantes que pueblan la Torre. Ve a una. Frunce el ceño, extrañado. No se esperaba encontrarse a una estudiante a estas horas merodeando por la biblioteca. Se acerca, mirando por encima de su hombro lo que está haciendo:
-Un poco pronto como para que intente usar el fuego, ¿no cree, señorita?

Invitado Dom Mar 13, 2011 12:58 am

Cuando estaba completamente sumergida en la lectura, dio un respingo. Se asustó. Una voz fue la causante de aquella reacción. Porque, claro, lo que menos esperaba ella era encontrarse con alguien por allí a aquellas horas ò_ó Pero el Maestro se encontraba ahora allí, detrás suya. Vaya. Pocas veces se había cruzado con él.

- Eh... bueno... - murmuró nerviosamente, sin saber muy bien qué decir - si es mi elemento, el que domino... se supone que tendría que tener más facilidad para ello, ¿no? .____. - ale, todas sus ilusiones al traste. Entonces, ¿no iba a poder usar el fuego hasta que llegara al último curso?

**Jonás** Dom Mar 13, 2011 1:11 am

No puede evitar sonreír un poquito. Vale que con los mayores le gusta ser más severo. Pero no hay razones objetivas para tener asustada a una chiquilla. Mediante un chasquido de dedos, un sillón se acerca a donde él está, dejando que se siente en él. Sus huesos crujen. Hace frío, pero el tiempo está cambiando, y eso se nota.

-No se equivoque, usted no lo domina, tiene más facilidad para él -niega con la cabeza. Los niños de ahora quieren aprender demasiado rápido todo.
Aunque nota como el brillo en los ojos de la niña se evapora. Niega con la cabeza:
-No tengas prisa, ¿vale? -dice cambiando la manera de hablar. Ahora la trata de tú, a fin de cuentas, es una niña pequeña... Aunque en su mente se comienza a gestar una idea. No es demasiado difícil el hechizo, podría intentarlo...
-¿Tienes mascota, pequeña?

Invitado Dom Mar 13, 2011 1:17 am

- Eh... bueno, sí, quería decir eso. - se disculpó, agachando la cabeza para que no se notara el rubor que tenía levemente sus mejillas. Tsk. No la gustaba equivocarse en público y, mucho menos, delante de el Maestro. Cerró el libro, algo decepcionada. Adiós a los hechizos de fuego entonces. No podría hacerlos hasta que no tuviera el nivel suficiente, cosa que no optendría hasta dentro de años, quizá. Pero eso para ella era demasiado esperar. Pero en fin. ¿Qué podía hacer, si no? Se limitaría a esperar.

Alzó la mirada hacia el anciano, negando con la cabeza.

- No... ¿debería tenerla? - preguntó, algo intrigada por lo que estaría pensando el Maestro.

**Jonás** Dom Mar 13, 2011 1:26 am

Levanta la mano y acaricia la mejilla de la niña. Sí, ahora le pesan los años, y siente como la niña podría ser su nieta. Tan alegre, con tanta energía. La idea que se ha formado en su mente se va fraguando poco a poco.
-No pasa nada por equivocarse. Errar te hará más sabia, e incluso más poderosa, porque verás los fallos de los demás y que tú has pasado por ellos. Yo también pensé como tú, que mi elemento sería el único con el que a los dos días me estaría examinando, pero no fue así...

Levanta la mano, y uno de los libros de las zonas más altas se elea, avanzando hacia el hombre. Lo coge, e inclinándose comienza su búsqueda. Poco a poco, quiere regalarle la adecuada.
-Dame la mano, muchacha -dice levantando la mano para que la aferre. Necesitas un poco de su energía, no demasiada, pero el hechizo es más complicado de lo que creía en un primer momento. Cuando la tiene aferrada, comienza a recitar un cojuro en voz baja. Poco a poco la energía de la niña se va canalizando hacia el Maestro. Debe ser así, s no, el hechizo se podría descontrolar y la niña morir.

Invitado Dom Mar 13, 2011 1:34 am

Se giró, para no tener que estar con el cuello girado y se encogió de hombros.

- Pero quizá hay fallos que no hay que cometer, porque alomejor... luego no se puede reparar el daño que han hecho - vaya, vaya, sería una enana, pero parecía tener una mente medianamente filosófica, aunque a veces se expresara fatal y no se entendiera nada de lo que quería transmitir - , así que, yo creo que cuanto menos equivocaciones mejor. - finalizó, esbozando una tímida sonrisa como punto final.

Al escuchar las palabras del Maestro, tendió su mano y dejó que el anciano se aferrara a ella. Notaba que estaba cogiendo parte de su energía, lo cual alomejor hasta le venía bien, que así luego estaría más cansada y se dormiría con mayor facilidad. Así que se limitó a mirar al Maestro, intentando adivinar qué pensaba y qué estaba haciendo exactamente.

**Jonás** Dom Mar 13, 2011 1:41 am

Niega con la cabeza al escuchar a la chica. Le faltan demasiadas cosas por aprender. Pero bueno, también es verdad que el va a ser su Maestro desde este momento hasta que se gradúe, así que tiene tiempo de enseñarle muchas cosas.

Sigue concentrado en el hechizo, abriendo un portal, invocando a la criatura. El hechizo es más complejo porque a partir de ahora estará vinculado a esta niña, cada vez que la llame deberá acudir, ella será la única que comprenda su idioma, será su protección, por así decirlo. Una prolongación de sí misma. Por eso necesitaba su energía, para imprimirla en la criatura que se acerca...
Suelta la mano de la chica, y cierra ambas manos, terminando el hechizo. Al final, abre los ojos. Ha sido un éxito, o eso cree. Abre la mano despacito, haciendo que aparezca un hada en la palma de su mano, tumbada y dormida:
-Es tuya... O es tú, más bien. Sólo te atenderá a ti, y tú serás la única que la entiendas. Es un ser de fuego, por eso pensé que será perfecta para ti... Además, tiene tu misma edad...
El hada se remueve inquieta, abriendo los ojos finalmente. Se endereza, abre las alas, y espera una señal para acercarse a su nueva compañera...

Invitado Dom Mar 13, 2011 1:50 am

Se removió en el sitio, inquieta. Eso de no saber qué estaban haciendo exactamente con su energía la desconcertaba. Pero también procuró de no transmitirle esa energía 'nerviosa' -¿eso existía?- al Maestro, a ver si lo que fuera que estaba haciendo iba a salir mal y la cosa no terminaba con buen fin.

Le miró aún más fijamente cuando soltó su mano y cerró las suyas propias. Cuando las abrió, sus ojos se dilataron. Una pequeña hada había aparecido en la palma de su arrugada mano. Y según él, era para ella.

- ¿De verdad? *________* - dijo, sin poder contener la emoción que corría por todas y cada una de sus venas en aquel instante. Entonces, ¿era ella? O, al menos, una parte. Ahora entendía el por qué de la pregunta de la mascota. Pero aquello era mil veces mejor que cualquier gato o perro. Aquello era suyo, una parte de ella misma - Muchas gracias *O* - sonrió y acercó la mano hacia la del Maestro, esperando a que el hada pasara a su mano. Además, era de fuego y tenía su edad. ¿Qué más podía pedir?

**Jonás** Dom Mar 13, 2011 1:57 am

Él no era tan inquieto a su edad, era más bien reposado. Sí, él tardó mucho tiempo en terminar sus estudios, pero nunca los dejó de lado. Aunque incluso los pequeños le sobrepasaran, incluso aunque todos le hubieran dicho que no valía para esos estudios de tan alto nivel, él siguió. Y ahora no se arrepiente, por ver la sonrisa de esa niña, todo ha valido la pena. Por ver las sonrisas de esos niños que han alcanzado una vida estando entre los muros de esa Torre, ha valido la pena. Si no, hace tiempo que se habría retirado del negocio

-Yo no miento, querida... Y has sido tú, yo simplemente la llamé, pero ya te estaba esperando...
Es cierto, cada uno de nosotros mantenemos una especie de materialización de nuestros deseos, sólo que está dentro. Él sólo la ha sacado fuera...

El hada salta hacia la mano de la niña, desplegando las alas y lanzándose a volar alrededor de la chica. Es del tamaño de un pulgar, puede que menos, y para los oídos del maestro sólo zumba, aunque para Leah, el hada le podría estar contando un montón de cosas, desde su nombre hasta cuánto ha esperado par encontrarse con ella. Vaya usted a saber...
-No tengas prisas por crecer, disfruta de tu infancia, Leah -dice mientras la acaricia el pelo...

Invitado Dom Mar 13, 2011 2:05 am

Observó maravillada como el hada revoloteaba a su alrededor, al mismo tiempo que escuchaba atentamente las palabras del Maestro y sonreía ampliamente. Sí, esa sonrisa se le había quedado ahí desde que había visto a aquella cosa pequeña aparecer. Y, probablemente, aquella felicidad le durara para toda una semana, por lo menos. Era increíble la facilidad con la que podía ser feliz.

La pequeña hada no paraba de parlotear. Se llamaba Aileen y parecía estar encantada de haber salido de donde fuera que estuviera (?) . Estaba igual de entusiasmada y alegre que ella, quizá porque era una parte de sí misma.

- No tendré prisa, Maestro *O* - se puso en pie - Y creo que debería irme ya. Es tarde. Muchas gracias, otra vez. ¡Buenas noches! - y salió corriendo de allí, con su nueva amiga a sus espaldas.

**Jonás** Dom Mar 13, 2011 2:07 am

Sonríe al ver cómo la chica se aleja al trote. Jeh, ahora quiere ser Maestro para siempre Biblioteca 239931

. Nadie le quitará del puesto, nunca Biblioteca 894984

. Sale de ahí poco a poco. Megde, el reuma ¬.¬

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