Edificios abandonados

**Jonás** Lun Dic 20, 2010 9:46 pm

Es una casa que ha sido abandonada con el paso del tiempo. Algunos dicen que hay fantasmas, otros dicen que sólo son leyendas. ¿Crees que podrás entrar?

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 2:35 pm

Hacía semanas había oído en una visita al pueblo como unos ancianos hablaban sobre una casa abandonada en los límites de él, comentando que llevaban tiempo escuchando ruidos extraños por las noches. La rubia no les quiso preguntar, no quería quedar como una entrometida, pero el asunto le había llamado bastante la atención. Y aquel día que necesitaba comprar unas especias para practicar, aprovechó y cambio su habitual rumbo por el que te llevaba a los límites del pueblo. Pensaba por el momento evaluar el estado de la casa y comprobar que no hubiera nada raro, ya si encontraba algo fuera de lo normal iría al Maestro para mostrárselo. Por el momento la cosa quedaría sólo entre ella y la casa.

Avanzó hacia el interior del lugar deshabitado, haciendo caso omiso al molesto chirriar de la puerta a falta de cuidado y se internó en el edificio.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 2:43 pm

Caminaba con la fresca de la mañana por el pueblo. Como estaba claro, pasaba de los aldeanos que miraban mis atuendos elegantes. No iba a ponerme esa capa por mucho que dijera el viejo. El caso es que algo le llamó la atención. Una pequeña casa oculta entre matorrales, deshabitada. No sabía para nada que estaba encantada, o que eso decían, de todas formas tampoco le habría importado mucho.

Se acercó con cautela, apartando rama por rama, pisando bien por si un resbalón le jugaba una mala pasada. Tal vez esta casa si la reformaba, podría hospedarse en ella si el viejo le dejaba. Entró por la puerta, sonando esta como si fuera un castillo encantado, pero allí de castillo había poco y de encantado parecía que también. Sacó arriba su valentía, y empezó a mirar por la casa en busca de algo que la hiciera inhabitada.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 2:49 pm

No entendía porque en el momento en que escuchó la conversación de los dos ancianos éstos habían armado tanto alboroto por una simple casa. Así de buenas a primeras se veía que era un edificio común y corriente, sin nada sospechoso o fantasmagórico por el momento. Cómo le gustaba a la gente hablar sin saber. Seguro que serían simples leyendas que corrían de padres a hijos desde que surgiera el pueblo y ya habían adoptado que aquello era cierto, sin pararse a comprobar si lo era de verdad o no.

Encaminó sus pasos hacia lo que se suponía que era la cocina. Aún quedaban restos de lo que antaño habría sido la encimera, la mesa donde comerían, la despensa...Todo cubierto por una considerable capa de polvo. Se quedó quieta, observando de cerca un cuadro que había colgado en una de las cuatro paredes y de pronto, escuchó un ruido, el claro sonido de pisadas. Respiró hondamente y dirigió sus pies de nuevo hacia lo que se suponía que era el Salón de la casa, donde había escuchado las pisadas. Fue con cuidado, sin hacer el más mínimo ruido y cuando cruzó la puerta su expresión cambió de golpe.

-¡TÚ!

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 2:58 pm

Suciedad. Era la única palabra que pasaba por su mente. Todo tenía una capa de gran espesor de polvo, y suciedad. Lo comprobó cuando pasó un dedo por la mesa que tenía el lugar. Se quedo casi negra. Suerte que siempre tenía un pañuelo en su bolsillo, como no, bordado a mano. El pañuelo quedó negro pero tampoco se detuvo a fijarse en esas cosas. La sala, no era muy elegante, ni tampoco de su gusto, pero era algo normal para vivir en un pueblo como ese. Siguió andando, con paso tranquilo, creyendo que estaba solo en el edificio.

Se giró con tranquilidad a mirar qué o quién era el supuesto fantasma, o la persona que interrumpía la magia lúgubre del sitio. Una sonrisa maliciosa se extendió por su cara al ver a la misma chica de ayer. Parecía que iba siguiéndole, y no era de esperar, jeh.

-Yo...

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 3:07 pm

Y mira que había sitios en la Torre y en el pueblo, pues no, al día siguiente de 'conocerlo' tenía que encontrárselo de nuevo. Maldito tío, ¿acaso la había seguido? Lo dudaba, pero era demasiada casualidad encontrarse justamente en aquel sitio. Si hubiera sido en la tienda o en el parque mismo, lo hubiera entendido, pero era en la casa aquella abandonada. Nada, debería de empezar a creer en las casualidades por el momento, pero si había una tercera vez, ahí ya que pensaría que el castaño la estaba persiguiendo.

Ahora bien, ya sabía por experiencia de ayer que no debía de encarársele, mejor insultarle en la distancia a no ser que éste si diera la vuelta y la rubia pudiera aprovechar para vengarse por lo del día anterior. Que una nunca perdona y menos olvida. Arrugó el ceño, tensó la mandíbula y le dedicó un bonito corte de mangas.

-¿Acaso me sigues o qué? ¿Qué narices haces aquí?

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 3:20 pm

Para mí la chica hoy me ocupaba la menor atención posible. La casa me resultaba más interesante. Si pintaba un poco en la esquina esa, traía unas cuantas cosas de casa, y contrataba a los pueblerinos que rodeaban la Torre, seguramente sería un confortante lugar para vivir mientras seguía asistiendo a aprender magia. Sería un estudio a distancia, como los hijos de los sirvientes que marchaban con sus mochilas al colegio. Sí, tal vez nunca era tarde para probarlo. Pero claro, la chica no me dejaba terminar de mirar la casa, me distraía.

Cogí un pequeño plato, intentando mirar por cuántos años llevaba abandonada, limpiándolo con el pañuelo. Chasqueó la lengua, demasiado simple, no podría saberlo. La chica parecía tener la ira retenida en ese cuerpo femenino, pero a él como si nada. Encogió los hombros con indiferencia.

-No, pero dudaría de ti. Pues mira en otra ocasión te diría que no te importa nada lo que haga o lo que no haga. Pero hoy, me levanté con buen ánimo y te voy a contestar. He visto esta casa abandonada, y me he preguntado qué tal estaría para establecerme aquí, en vez de en la Torre. ¿Y tú? - Poco me importaban sus intenciones. Dejé de prestar atención a la chica para seguir paseando por la sala e ir encontrando nuevos objetos.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 3:28 pm

Si hubiera sabido que era él, se hubiera quedado en la cocina y quizás no se habrían visto las caras. Pero no, ella siempre tenía que poseer ese afán explrador y curioso -mejor conocido como cotilla- de querer saberlo todo. Bueno, parecía que esa mañana el tío aquel, que por cierto aún no sabía su nombre, se había levantando sin ganas de tocar las narices. Al menos eso que se ahorraba ella, no gastar saliva a base de insultos hacia alguien, en este caso él.

Dirigió sus pasos hacia una baja estantería que se encontraba adosada a una de las paredes. Como no, también cubierta de polvo se encontraba. Habían colocados en ella un par de libros, todos relacionados con leyendas antiguas. Al final todo en aquel pueblo giraría en torno a ellas. Pasó su índice por el lomo de uno de ellos, el que ocupaba más volumen y quitó la capa de polvo que lo cubría, leyendo así el título. Ahora le había entrado curiosidad por saber quien había habitado aquel lugar. Cuandovlviera al puebl se loprguntaría a alguno de los ancianos que en su mayoría vivían allí, alguno debería de saberlo.

-¿Para qué voy a querer seguirte a ti? Ya empiezas otra vez con esos aires de grandeza. Chico, que no eres el ombligo del mundo. Pero mira, en algo estoy de acuerdo: vente a vivir aquí, nos harías un favor a la Torre entera y seguro que los fantasmas que habitan este lugar te acojen con los brazos abiertos; seguro que han estado muy solos últimamente .-y acto seguido se dio media vuelta y empezó a andar hacia la otra puerta que había en aquel lugar, la que llevaría a las habitaciones.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 3:40 pm

Haciendo que prestaba atención a los objetos que iba encontrando, miraba a la chica qué hacía. Por si las moscas. Iba paseando de un lugar a otro, que si ahora miro un libro, que si ahora no. El caso era hacer algo. Si esta casa me la apropiaba como mía, que no se creyera que iba a desfilar por la entrada si quiera. Sería únicamente para aquellos que dejara entrar. Y a ella precisamente, sólo para hacerla de rabiar, la dejaría en la calle. Como si vendía cerillas, ya ves tú.

Parecía que cuanto más amable se levantaba uno, más cosas te decían. Pues si había que ser borde para que guardaran un respeto, pues se era borde. Mientras, seguía observando un libro polvoriento de un idioma que no lograba identificar.

-No sé, tal vez porque ayer te fuiste corriendo y me seguiste para disculparte. - soltó como si nada. Estaba presente en la conversación pero de una manera ausente. - Bueno, pues si no los quieres ver ni oír, no sé por qué me sigues. - Alzó la vista del libro para poner un gesto de asco. - Lo siento, pero los ombligos son feos, así que no me considero semejante asquerosidad. - Volvió de nuevo al libro, pasando página por página, sin alterarse lo más mínimo, pero la chica seguía. - ¿Fantasmas? Eso son leyendas urbanas, los fantasmas no existen y seguramente ya lo sabrás.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 3:51 pm

¿Ella disculparse? Jamás, nunca, ni muerta. La rubia siempre tenía razón y en todo caso eran los demás quienes tenían que disculparse, no ella. Se atusó el pelo hacia atrás, alzando la barbilla y aún con el cuerpo en tensión. Ella ya estaba que echaba chispas y él por el contrario se encontraba tan tranquilo. Eso era algo que también superaba a la rubia; que cuando ella estaba que quería cargarse a la persona, ésta se mostraba indiferente y como si la cosa no fuera con ella.

-Yo a ti no te tengo que pedir perdón, más bien es al contrario. Fuistes tú quien empezó ayer todo. Si no hubieras respondido así puede que las cosas se hubieran dado de otro modo .-o no, pero eso nunca lo sabrán. Además, había sido él quien la sujetó del brazo causándole daño, aunque eso Ev no lo admitiría. Sería dar muestras de debilidad y uno nunca podía permitir algo así contra su adversario.-Y yo no te sigo.-remató, queriendo ser ella la que pusiera punto y fin a aquello.-Bueno tú sigue creyendo que no existen, cuando te mudes aquí y te despiertes por la noche con alguien a tu lado que es traslúcido .-vale que ella tampoco creía en fastamas, pero sólo buscaba desconcertarlo.

Se internó en la habitación encontrándose en ella dos camas, una de matrimonio y otra más pequeña. Se acercó a la más grande y se sentó, comprobando si aún estaba en condiciones o no.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 4:05 pm

Ahí seguía, erre que erre. Pues nada, que sí chata, que me daba igual. Al menos eso hacía y eso mostraba. Asentía una y otra vez a todo lo que decía, claro, hombre, sí... iba contestándose mentalmente sin decir nada, mientras seguía investigando el mismo tomo una y otra vez. Nada, no entendía nada.

-Pues me parece que puedes sentarte porque te vas a cansar de esperar mis disculpas. - Y eso fue lo que él hizo. Sentarse en una extraña silla, pero la mar de cómoda. - Me parece que si alguien no hubiera llegado, y no hubiera empezado a preguntar cosas que no la interesaban, no habría pasado nada. Tú habrías seguido con tu vida, y yo con la mía. Es más, este sería nuestro primer encuentro, o tal vez aún no nos conoceríamos. - Encogí los hombros. Cruel destino, pero aunque se sentía grande, no era un Dios o algo parecido como para controlar el tiempo, el mundo o el mismo destino. Dejó que la chica pusiera el punto, pero él lo ignoró. Para cada uno, el otro era quién le seguía.

-Puede, pero fíjate a mí se me aparecen, e incluso despiertan al lado de mi cama. Sin embargo a ti, ni si quiera se te aparecen. - Si no era tonta captaría la indirecta. Sentado, oía sus pasos por el suelo de madera. No sabía por dónde iba pero sabía que todavía estaba allí. En mi futura casa. Puesto que sería mi casa, la seguí -esta vez sí- para vigilar de que no se llevara nada.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 4:16 pm

Nada más llegar a la Torre iría a hablar con el Maestro. Sí, subiría a su despacho y le pediría que no le concediera aquella casa al chico, que sería estropear un patrimonio del pueblo por un simple capricho de un alumno. Seguro que lo aceptaría, la rubia nunca le había dado ningún motivo para desconfiar de ella. Así el chico se jodería y ella al menos estaría lo que restaba del día feliz.

-Lo mismo te digo .-si él no se iba a disculpar y ella ya tenía claro que tampoco, las cosas se quedarían así como estaban.-Y si pregunté aquello fue porque era una manera de intentar ser simpática, no por querer ahondar en la vida de un desconocido. Ni que me interesase la vida de los demás .-Ea, que ella siempre intentaba ser simpática en un primer momento, si luego recibía tales rechazos como el de ayer del chico, ya eran normal que se mostrara más arisca.

-¿Crees que me van a doler tus palabras? Ten fe si es así .-y dio fin a la conversación.
Una vez en el dormitorio aquel, que probablemente compartirían un matrimonio con su hijo/s y estando sentada en la cama más grande, empezó a saltar sobre ella, sin hacer mucho escándalo. No estaba en tan mal estado como ella creía. Terminó por echar el peso hacia atrás hasta quedar tumbada sobre el colchón, con la mirada clavada en el techo.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 4:28 pm

Acabó encogiéndose de hombros, si es que no se podía hacer nada con ella. Maleducada, contestona, cotilla y además, orgullosa. Lo tenía todo.

-A juzgar por el interés que mostrabas ayer, parecía que te interesara. Además, no me parece simpático que vayas preguntando a los demás. Primeramente, tendrías que haberte presentado o algo así, dando a conocerte. Así se es simpática. - Para él, era la mejor forma de ser simpático. Habría tenido tiempo de callarse, de no pensar en alto, y todo habría cambiado. Pero no, primero nos metemos en la vida de la gente, y después, nos damos a mostrar.

Siguió los ruidos de la chica, y sus voces para encontrar la habitación en la que estaba. La encontró saltando en el borde de la cama, tal vez probando los muelles de su futura cama. Tsch, tendría que cambiar de colchón, ya lo había contagiado. Terminó por apoyarse en el marco de la puerta, mirándola como si fuera una presa que capturar. No quería contestar a ninguna de sus deshonestas palabras, sino delataría su presencia en la sala. Una sonrisa escapó de su boca, mirando a la chica.

-Tranquila, ya sé que eres la mala de la película, así que no esperaba tal cosa por tu parte...

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 4:48 pm

-Pues lo siento, no me interesaba en absoluto .-[b]encima que ella había tratado de ser simpática en un primer momento con él, el castaño ni bien le lanzó la rubia la pregunta le respondió de malas maneras. Así normal que Ev le odiara en tan sólo un día.-Oh perdón porque no me presentara primero, aunque dudo que incluso si lo hubiera hecho te hubiera interesado .

Ya dejado claro también ese tema, la rubia no tenía nada más que hablar. Habían dejado patentes los sentimientos que sentían el uno para el otro, no había ya nada más que aclarar. Que él se quedara en esa parte de la casa que ella estaba muy bien en aquella habitación. Al final la cama estaba resultando incluso cómoda, no como en un principio había pensado. Aunque claro, la habitación de la rubia en la Torre estaba mucho mejor, no contaba con muchas pertenencias, pero no era algo que le preocupara a la joven. Desde siempre en el orfanato había tenido que compartir todo y ahora tener una habitación para ella sola, un escritorio y ropa que sólo ella usara era increible.

Se estiró cuan larga era a lo ancho de la cama, sin preocuparse en bajar la camiseta de tirante que revelaba su piel hasta un poco más arriba del ombligo.
-Ahá, lo que tú digas .-le dio la razón como a los tontos, sin fijarse a ver en donde se encontraba ya que la rubia había terminado por cerrar los ojos y desconectar.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 4:58 pm

Al final consiguió escuchar un 'lo siento'. Para él, era más que suficiente, y no tenía interés en recoger más de sus palabras. - O tal vez sí. Eso nunca lo sabremos, quedó en el pasado. - Puede que hubiera tomado mayor interés con la chica, o simplemente haber conseguido el mismo resultado.

Se queda en silencio y Ethan colaboró en que se hiciera posible. No le apetecía mucho hablar, hoy estaba animado y con un sentido de investigación poco común. Aún tenía el libro en las manos, curioso él que insitía en descifrar semejante lenguaje una y otra vez. Con un ojo, vigilaba a la chica, por si se le ocurría hacer algo a su futura habitación. Convencer al viejo era solo tener palabras con él, algún obsequio caro y una cómplice sonrisa. Suficiente y ya estaba ganado. Lo malo era llegar antes que la rubia, que seguro que intentaba estropear todos sus planes de independencia. Aunque él, ya lo era. Pero no le gustaba tener vecinos tan fastidiosos como la chica. Negó con la cabeza cuando la chica parece hablar sola, sí, el caso es que tenía razón: había demasiados fantasmas en aquél lugar.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 5:11 pm

Exacto lo pasado pasado está y la cosa no iba a cambiar. No es que la rubia tuviera muchas amistades en la Torre, pero tampoco se molestaba en solucionarlo. No se necesitaba más que a si misma para estar bien y siempre que se aburriera podía ir a visitar al Maestro o hacer una visita a la biblioteca y buscar un libro con el que entretenerse. No necesitaba gente como aquel chico.

El silencio se apoderó de la habitación y la rubia por esa vez lo quiso dejar estar. Había comprendido que con aquel chico las cosas serían iguales y terminaría con una úlcera en el estómago si seguía actuando de manera tan atacada siempre que se lo encontrase. Mejor dejarlo estar y que cada uno se ignorase. Podria aprovechar que allí ya no pintaba nada para encaminarse de nuevo a la Torre y buscar al Maestro para pedirle que no aceptara la propuesta del castaño, pero estaba tan bien ahí tumbada que su cuerpo no reaccionaba a la orden de su cerebro de levantarse e irse de allí.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 5:21 pm

El silencio se hizo más hondo. Lo único que se oía era el roce de unas hojas con otras del libro que tenía en la mano. De una a otra, y de esa, a la siguiente. En la cabeza del chico, seguía habiendo cosas que aún no entendía. Demasiadas preguntas, y pocas respuestas. Por no decir casi ninguna. Una de ellas era el por qué de la chica. Estaba ceñuda con él, sin embargo, ahora parecía que la paz reinaba entre ambos. Seguramente misterios de la naturaleza femenina.

Al final, se decidió por hablar, como si pensara en voz alta, como la otra vez. - Entonces, ¿no quieres decirme tu nombre? - Si me lo daba al menos la tendría identificada entre tanto alumno suelto, y así podría colarse en el despacho y buscar su ficha, jeh. Tampoco la cuestión, era todo malicia. Simplemente sentía curiosidad.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 5:27 pm

Había supuesto que el silencio se mantendría por bastante tiempo más. Ninguno de lo dos parecía tener nada más que decirse, por lo que no necesitaban abrir la boca. A no ser si se diera el caso de querer llamar la atención del otro o simplemente provocarlo para iniciar una nueva disputa. Pero esta vez no iba a ser la rubia quien empezara, aunque la otra tampoco lo fuera. Simplemente se mantendría como llevaba estando minutos atrás, en un estado de sopor que no llegaba a provocar que se durmiera por completo.

Pero el silencio se rompió por parte del castaño al preguntar su nombre. ¿Era una pregunta trampa? ¿Si se lo decía saltaría él con el típico 'bien por ti, no me importaba en verdad'? Se mordisqueó durante unos instantes el labio inferior, dudando si responder o no. Finalmente lo hizo

-Ever, ¿y tú? .-ya que él había preguntado el suyo y ella había respondido, que él hiciera lo propio. Abrió un ojo y desde la posición que había adoptado tiempo atrás en la cama se lo quedó mirando.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 5:38 pm

Esperaba una respuesta, intentando no impacientar su estado ni dar muestras de ello. Observó la reacción de la chica con una sonrisa, de esas que él tenía por cortesía, no porque quisiera mostrarla. No entendía a qué tanto mordisquearse el labio, si después me contestaría mal seguramente. Y fíjate que me levanté con buenas intenciones... Al final le sorprendió que la chica respondiera de buenas maneras. Parecía como a las fieras. Le das unos minutos de descanso y se relajan. Ya se lo sabría para la próxima vez.

-Bonito nombre - No lo había oído nunca, de manera que le hacía único y bello a la misma vez. Con una pequeña y señoril reverencia, se dispuso a decir su apellido. Por el nombre nada más que lo llamaban la gente de confianza, y la rubia no tenía intenciones de depositar en mí su confianza, ni yo en la suya, claro. Total, ella no sabría mi verdadero nombre hasta que yo se lo dijera. - Lambert. Me llamo Lambert.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 5:47 pm

Mentiría si dijera que no se sorprendió al escuchar las palabras del castaño. Incluso parpadeó un par de veces asombrada, como esperando que de pronto soltara carcajada y dijera que más quisiera, que era tan feo como ella o algo así; propio de gente desagradable. Pero no, mantuvo lo de 'Bonito nombre', como si fuera cierto que lo pensase de verdad. Sorprendente, no se podía negar. El rostro de la rubia se suavizó y una pequeña, casi ínfima sonrisa apareció dibujada en sus comisuras.

-Supongo que...gracias .-vaya, cuando quería la rubia podía ser cordial, pero sólo en determinados casos. Era bastante sorprendente que lo hubiera sido instantes atrás. Abrió finalmente los dos ojos y se semi incorporó apoyando los codos en el colchón, a modo de soporte.-Curioso, nunca lo había oído .-claro, pero la rubia no sabía que aquello era un apellido y no un nombre, como había creído nada más escucharlo.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 5:55 pm

Algo hizo sorprenderse a la chica, porque se levantó. Ethan era bastante peculiar, era educado y un señor caballero cuando quería. Si no, era un borde inaguantable, pero como hoy se levantó con el pie derecho, decidió comportarse bien con la chica. Otro día sería totalmente lo contrario, como ayer. Alzó las cejas sin creerse que la chica no le estuviera gritando, sino que sonriera. Estaba mucho mejor sonriendo, pero el comentario se lo cayó para sí. Que por mucho caballero que fuera, no iba a decir todo lo que se le pasaba por la mente.

-Entonces será que no procedemos de la misma tierra. - Negó con la cabeza, apoyándose de una manera más cómoda en el marco de la puerta. Era indudable que toda la comarca alemana conociera el apellido Lambert, pero por lo visto, la chica no parecía tener la misma procedencia.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 6:06 pm

Que capacidad de deducción poseía el castaño. Lógico que si no conocía la rubia su nombe, lo más seguro es que no vivieran en el mismo lugar. Igualmente aunque sentía curiosidad por preguntarle de donde venía él, decidió no preguntar. Así después no le daría motivos a Lambert de decir que a ella le interesaba saber de los demás. Además, que tampoco era un dato de vital importancia, no iba a morirse si no lo sabía.

-Será lo más probable .-tampoco se le ocurría nada mejor que decir. Se rascó la mejilla con el dedo índice, mientras volvía a dedicarle una rápida mirada a la habitación. ¿El chico estaba seguro de querer vivir allí? Ella preferiría mil veces antes estar en su habitación y vivir en la Torre que en una casa abandonada a las afueras del pueblo y que necesitaba de mucha limpieza para estar mínimamente decente.-¿Estás seguro de querer vivir aquí? Yo me lo pensaría bastante bien, sinceramente.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 6:16 pm

Asintió a la chica, aunque eso ya lo había dicho él. Por si la chica luego le acusaba de ser un entrometido y demás, no preguntó la procedencia. Ya se la sonsacaría otro día que no se acordara de nada. Cerró el libro, al final la rubia consiguió llevarse toda su atención, pese a los esfuerzos que puso en ello. La casa la podría ver otro día, pero estar ahora tan pacíficamente con ella, le provocaban ganas de quedarse un poco más. A ver cuánto duraba la cosa.

-Sí, así no tendré problemas con las personas que intenten meterse en mi habitación a por mis cosas. Ser independiente, no sé. Tal vez, sería mejor tirarla y volver a construir una nueva. - Repasó la casa con la mirada. Empezó a reírse, la casa estaba que daba asco, y él tenía dinero, así que tenía muchas probabilidades la segunda opción. Le gustaría también llevar una vida un tanto normal, como hacían el resto de chicos de su edad, no algo tan encerrado y sin poca libertad. - Pero vamos, que si me das una razón un tanto creíble, me quedo en la Torre y no pregunto al viejo. - Sabía que aunque preguntara al viejo, iba a seguir viviendo en el mismo lugar.

**Ever C. Noël** Mar Ene 04, 2011 6:28 pm

Cuando dijo lo primero, la rubia había pensado que el chico podía leer la mente y había visto la idea que le surgió ayer de localizar su habitación y hacerle una visita cuando no estuviera. Pero lo pensó mejor y dio con que eso también era una casualidad, que no podía leer mente ajenas. Igualmente asintió, dándole en parte la razón. La rubia sabía lo que era eso, pero al contrario que él, ella ya lo tenía como algo normal y no le importaba convivir con más personas, siempre que éstas fueran agradables en su justa medida.

-Si la tiras seguramente le harías un favor al pueblo, para ellos la casa está embrujada .-le comentó, por si no sabía el porque la gente no se acercaba a aquel lugar. A ella le hacía gracia que aquellas personas temieran tanto a una simple casa y más ahora que la había visto por dentro. De lo único que sí deberían de preocuparse es de la alarmante cantidad de polvo que había por todas partes y los posibles animales que habrían escondidos.-Que no podrás verme tan seguido como estos días, ¿te parece suficiente razón? .-se había dado el lujo y todo de bromear. Se encongió de hombros, restándole importancia al asunto.-Realmente, haz lo que quieras.

**Ethan Lambert** Mar Ene 04, 2011 6:36 pm

Valoró lo de tirar la casa. A él eso de los fantasmas, no le daba mucha importancia. Supuestamente, ellos existen porque están dentro de la cabeza, de manera que sólo los locos podían verlos. En todos los pueblos había leyendas urbanas, y parece ser que siempre dejaban una casa para alejar a los extranjeros de la zona con las habladurías de que había fantasmas. Nada cierto. Allí no parecía haber nada salvo viejos trastos, libros indescifrables y suciedad. Mucha suciedad.

-Entonces me echarás de menos. Very Happy

- Había llegado a la conclusión de ello, cuando la chica le dio esa razón que él pudo interpretar. - Mmm... no sabía yo eso. Bueno pues si tanto quieres que esté en la Torre me quedaré y no le preguntaré al viejo.

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